Ventana Antirruido
Ventana Antirruido
Hogares tranquilos, ventana antirruido
Hasta hace relativamente poco tiempo no se ha tomado en serio la contaminación acústica como uno de los mayores problemas ambientales de nuestra sociedad. En otros tiempos incluso se veía como algo positivo ya que era sinónimo de modernidad y dinamismo de Madrid.
El aumento de la actividad frenética de Madrid es resultante de un aumento proporcional del ruido generado por el tráfico rodado, la actividad industrial, empresarial y por supuesto del ocio nocturno.
Si bien es cierto que el umbral de tolerancia sonora varía según la situación, el individuo y la cultura, una encuesta realizada en Madrid demostró que las personas expuestas a niveles de ruido superiores 85 dBA incrementaba en un 12% sus problemas cardiovasculares, un 37% los neurológicos y un 10% los problemas digestivos respecto a personas expuestas a niveles inferiores.
La contaminación acústica presenta unas características concretas que lo diferencian de otros contaminantes:
- Es el contaminante más barato de producir y necesita muy poca energía para ser emitido.
- Es complejo de medir y cuantificar.
- No deja residuos y tiene un efecto acumulativo de sus efectos en el hombre.
- Tiene un radio de acción mucho menor que otros contaminantes: se localiza en espacios muy concretos.
- No se traslada a través de los sistemas naturales, como el aire contaminado movido por el viento, por ejemplo.
- Se percibe sólo por un sentido: el oído, lo cual hace subestimar su efecto.
- La pérdida auditiva temporal, irreversible o progresiva es uno de los efectos físicos descritos y relacionados con la contaminación acústica, además de desórdenes en la presión arterial y el ritmo cardíaco, tensión muscular y trastornos digestivos, entre otros.
La instalación y uso de la ventana antirruido se hace fundamental y necesario en cada vez más distritos de Madrid, zonas cercanas a carreteras y lugares de ocio.
En zonas como las de ocio se hacen más imprescindibles estas ventanas antirruido, ya que la convivencia entre zona residencial y ocio obliga a mantener las ventanas cerradas, y no hay mas remedio que o contar con un buen sistema de climatización que no suele ser barato o la instalación de esta ventana antirruido, ya que cumplen dos funciones: proteger del ruido y ser eficaces en el aislamiento térmico llegando a reducir los consumos energéticos en según qué casos hasta un 70%.